A partir de 1940, se produce una profunda renovación de la narrativa: los temas de la novela “realista” siguen estando presentes, pero con un tratamiento diferente. Esta renovación se basa en los siguientes aspectos:
- Nuevos temas. Frente al predominio del mundo rural de las décadas precedentes, la novela de este período muestra interés por el mundo urbano.
- Además de los problemas sociales, que seguirán tratándose, se da cabida en la narrativa a los grandes problemas existenciales del ser humano. La muerte se convierte en una presencia cotidiana, que forma parte de la vida (en ocasiones es difícil establecer los límites entre la vida y la muerte e incluso se puede sobrevivir a la muerte; de esa manera encontramos longevidades imposibles, muertos que se aparecen y conviven con los vivos).
- Además de la realidad inmediata se convierte en materia narrativa “lo fantástico”. En los años 30, Borges había hablado de “realismo fantástico”, pero pronto se utiliza el término “realismo mágico” (acuñado para la literatura por el escritor italiano Massimo Bontempelli en 1938) y el término “lo real maravilloso”, denominación de Alejo Carpentier quien dijo: “Lo real maravilloso se encuentra a cada paso en la historia del Continente”, es decir, lo maravilloso forma parte intrínseca de la insólita realidad del mundo americano. Con cualquiera de los dos términos se hace referencia a que la realidad y la fantasía se presentan enlazadas en la novela de formas diferentes, normalmente gracias a:
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- Presencia en la vida diaria de lo mítico, de lo legendario, de lo mágico.
- Tratamiento poético o alegórico del argumento, de los personajes, de los ambientes.
- Desde el punto de vista estético los autores se hacen eco de las innovaciones formales de los grandes novelistas europeos y norteamericanos (Faulkner, Kafka, Joyce, Proust, Mann, Woolf). Es habitual encontrar:
- Pluriperspectivismo: multiplicidad de narradores.
- Infracciones temporales: saltos temporales hacia atrás (analepsis) o hacia adelante (prolepsis). El tiempo puede percibirse como algo cíclico, no lineal.
- Se pueden combinar personajes reales y ficticios.
- Se incorporan, además, elementos irracionales y oníricos (influencia del Surrealismo) que sirven para expresar “lo maravilloso”.
Los autores que inician esta renovación narrativa son:
- Miguel Ángel Asturias (Guatemala, 1899-1974).
- Jorge Luis Borges (Argentina, 1899-1986).
- Alejo Carpentier (cubano, nacido en Suiza, 1904-1980).
- Juan Rulfo (México, 1918-1986).