Nació en ciudad de Guatemala en 1899 y murió en Madrid en 1974. Fue escritor y diplomático. Estudió derecho en la Universidad de Guatemala. Con 24 años viajó a Londres para estudiar Economía política. Más tarde estudió en París religiones de la América precolombina. Esta primera estancia en París le sirvió para entrar en contacto con el surrealismo. Asturias tuvo especial interés por la educación y contribuyó a la fundación de la Universidad Popular de Guatemala. En 1946 inició su carrera diplomática (fue diplomático en varios países de Hispanoamérica; su último destino como diplomático fue París).
Por su apoyo a gobiernos reformadores, Asturias fue expulsado de Guatemala y vivió ocho años exiliado en Argentina y Chile. Fue rehabilitado en 1966 (se le devuelve la ciudadanía guatemalteca y es nombrado embajador en Francia).
Asturias murió en Madrid y fue enterrado en París.
Obra:
Los dos principales pilares en los que se sustenta su obra son la influencia de la cultura precolombina y la situación política. Asturias vive períodos en los que es reconocido como escritor y períodos en los que sufre opresión y exilio bajo dictaduras que no aguantan sus críticas.
Se inició como narrador con Leyendas de Guatemala (1930), una colección de relatos en la que ya se puede observar su interés por lo mágico y legendario.
Las novelas de Miguel Ángel Asturias no se distinguen en cuanto a los temas de la novela precedente; destacan, sin embargo, sus profundas innovaciones formales.
La “dictadura” en Hispanoamérica es el tema de El señor Presidente (1946). Este tema se desarrolla con una técnica narrativa expresionista y onírica que conecta la novela con las vanguardias europeas (surrealismo). También se deja ver la influencia de la novela “esperpéntica” de Valle Inclán (Tirano Banderas) haciendo un retrato grotesco de la opresión social ejercida por los gobiernos dictatoriales. El estilo es “barroco”, con abundantes metáforas y símbolos. Este estilo desbordante se puede observar en sus títulos más importantes.
Hombres del maíz (1949) es reconocida por muchos como su obra maestra. En la novela se aborda la injusticia social (en términos de cruda explotación colonial). Para ello, lo más destacable es que el autor logra acoplar el lenguaje y el ritmo de su prosa a los personajes que retrata, a sus fantásticas creencias, a sus atávicas maneras y costumbres. El título de esta novela hace referencia a un mito del Popol Vuh, uno de los libros sagrados de los mayas, según el cual el hombre procede del maíz.
En su literatura de denuncia de la explotación bananera por parte de las compañías yanquis. Destaca también la trilogía compuesta por:
- Viento fuerte (1950).
- El Papa Verde (1954).
- Los ojos de los enterrados (1960).
En 1967 recibió el Premio Nobel de Literatura “por sus logros literarios vivos, fuertemente arraigados en los rasgos nacionales y las tradiciones de los pueblos indígenas de América Latina”.